La Residencia de la Embajada de Italia
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¿Es posible acceder al interior de la Residencia? Esta es, sin duda, una de las preguntas más recurrentes que se les hace a quienes tienen el privilegio de poder acceder este magnífico palacio.
Al ingresar por primera vez a la Residencia del Embajador de Italia en Buenos Aires, impacta la grandeza del salón central, la majestuosidad de la escalinata y los numerosos detalles arquitectónicos y decorativos que, aunque pertenecen a épocas pasadas, conservan inalterados sus valores estéticos.
Sin embargo, la leyenda relata que la esposa de Federico de Alvear, Felisa, en un té celebrado en 1926, pronunció la famosa frase: «Yo se la vendo». ¿Por qué razón vender un edificio de tal belleza? Existen diversas hipótesis al respecto; una de ellas sugiere que a Federico no le agradaba que el frente de la Residencia diera hacia la Calle Billinghurst en lugar de hacia la Avenida Alvear.
La frase que Felisa pronunció, se dirigía nada menos que a la Condesa Herminia Miniscalchi Erizzo, esposa del entonces Embajador italiano, Alberto Martin-Franklin. Es así como comienza la historia que une el Palacio Alvear con Italia.
Regresando a 1924, la Legación de Italia en Buenos Aires estaba siendo elevada al rango de Embajada. Era imperativo contar con un edificio digno para albergar a la Real Embajada, ya que la antigua sede de la Calle Basavilbaso no era adecuada. El primer Embajador de Italia en Argentina fue el Conde Luigi Aldrovandi Marescotti, quien ocupó el cargo hasta 1926, año en el que fue sucedido por Alberto Martin-Franklin. Fue precisamente en 1926, tras aquel célebre té, cuando se gestó el proyecto de convertir el Palacio Alvear en la nueva sede de la Embajada de Italia en Argentina.
El 12 de enero de 1927, el escribano Hoeffner formalizó la compra del Palacio Alvear por parte del Gobierno del Reino de Italia.
1924-2024: un siglo de historia de la Embajada de Italia en Buenos Aires. Una historia que se entrelaza con el misterio fascinante acerca de la venta del Palacio Alvear y que recorre un siglo lleno de eventos, de personajes ilustres, de visitas institucionales, pero sobre todo de Italia y Argentina, de italianos y argentinos
Para conmemorar el centenario de la Embajada de Italia en Argentina, hemos preparado un libro que responde a las curiosidades sobre la Sede y, en particular, a la pregunta: ¿Es posible acceder al interior de la Residencia?. La respuesta es afirmativa; a partir de hoy, esta posibilidad se hace realidad: visitá la Embajada.
